Esta receta de ternera al vino tinto con setas es ideal para estos días donde el frío todavía se resiste a abandonarnos y queremos una comida que nos aporte energía para sobrellevar la tarde de trabajo o recados que nos queda por delante.
Se trata de un plato sano y completo que, combinado con una buena ensalada o con un poco de puré de patatas, podemos incluir sin ningún problema en nuestro menú semanal.
Ingredientes para 4 Personas
Lo primero que haremos será sacar la carne de ternera de la nevera y cortarla en dados del tamaño que prefiramos. Reservamos fuera de la nevera para que la carne se vaya templando.
Una vez tengamos la carne cortada, empezamos a preparar el sofrito de verduras. Para eso, pelamos las verduras: las zanahorias, las cebollas, los ajos y la chirivía.
Cuando estén peladas las verduras pasamos a cortarlas. A mi personalmente en esta receta me gusta dejar las verduras pequeñitas (excepto la zanahoria), para darle protagonismo a la carne y las setas.
Picamos la cebolla, el pimiento rojo, el puerro, el apio, la chirivía y los ajos en trozos lo más pequeños posibles y, cuando estén listos, los sofreímos en una olla con el fondo cubierto de aceite de oliva a fuego medio junto con las dos guindillas.
Cortamos las zanahorias en rodajas, picamos un poco el perejil y añadimos las dos cosas a la olla donde estemos sofriendo las verduras.
Salpimentamos la mezcla de la olla y removemos. Bajamos el fuego y dejamos que todo se cocine por 10 o 15 minutos.
Cuando veamos que las verduras se han pochado del todo, añadimos en la olla el vino tinto y la cerveza. Removemos y esperamos entre 5 y 10 minutos a que el alcohol se evapore.
Mientras tanto, cortamos las setas que hayamos elegido en trozos no muy pequeños, ya que luego reducirán su tamaño cuando los cocinemos.
Cuando el alcohol se haya evaporado, añadimos a la olla las setas y la carne de ternera. Salpimentamos y removemos.
Incorporamos la mitad del caldo de verduras y bajamos el fuego al mínimo (si hace falta, lo pasamos a un platel más pequeño) ya que buscamos que el guiso se cocine muy lentamente.
Tapamos la olla y dejamos que se cocine con el fuego bajo durante una hora. Hay que preocuparse de ir dándole vueltas y bajando más el fuego si es necesario para que no se pegue.
Cuando haya pasado la primera hora de cocción, añadimos la otra mitad del caldo de verduras y, si vemos que se quedó un poco seco, un poco de agua o un poco más de caldo.
Tras dos horas cocinándose a fuego lento, tendremos una carne de ternera que se deshace en la boca, acompañada por unas ricas setas y una salsa de muerte.
Os recomiendo que, esta receta, la hagáis con unas horas de antelación o, mucho mejor, de un día para otro. De esta forma, daréis tiempo a que se asienten los sabores y veremos que la carne está mucho más sabrosa.
Simplemente nos quedará servir y emplatar, acompañando esta rica receta de alguna ensalada para convertirla en una comida de lo más completa y saludable.
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