Estas croquetas de cecina y queso Maasdam son una auténtica revelación para cualquier amante de la cocina. Se trata de unas croquetas súper sencillas y rápidas de hacer con las que se consigue un sabor que os prometo que no pasa desapercibido.
Si queréis sorprender a vuestros invitados con un entrante rico y diferentes, estas croquetas se convertirán en un clásico de vuestra cocina. Además, como siempre, podéis hacerlas un día y dejarlas congeladas para cuando queráis servirlas.
Ingredientes para 25 Unidades
Lo primero que haremos para preparar estas croquetas será dejar picada la cecina y el queso. Con un cuchillo, hacemos tiras con la cecina y el queso y luego los cortamos, para que queden cuadrados de medio centímetro aproximadamente.
Una vez tengamos esto hecho, nos ponemos a hacer una bechamel. En una sartén, colocamos la mantequilla y el aceite de oliva para freir dos cucharadas y media de harina de trigo.
Una vez hayamos sofrito la harina, comenzamos a añadir la leche entera poco a poco, la sal, la pimienta negra molida y la nuez moscada.
Removemos y seguimos añadiendo la leche esta vez junto con el queso Maasdam, para darle tiempo a que se derrita.
Una vez tengamos la bechamel lista y el queso derretido, apagamos el fuego e incorporamos a la sartén toda la cecina picada.
Volvemos a remover para crear un masa homogénea y la pasamos a una fuente grande para que enfrie durante, al menos, una hora.
Cuando la masa esté fría, hacemos pequeñas bolitas con ella y las vamos pasando por un poco de harina.
Después de haberlas pasado por harina, las bañamos en un huevo batido y las empanamos con pan rallado o con panko.
Cuando hacemos croquetas, una vez que las tenemos ya empanadas por completo (después de pasarlas por harina, huevo y pan rallado o panko) es recomendable dejarlas al menos 40 o 50 minutos en el congelador para que después se frían mejor.
Igualmente, para evitar que se abran, es imprescindible freír las croquetas con el aceite muy caliente, de forma que se queden doradas en apenas un par de minutos.
Finalmente, freímos nuestras croquetas en abundante aceite muy caliente, teniendo cuidado de que no se nos abran.
Sacamos nuestras croquetas de cecina y queso Maasdam a una bandeja con un poco de papel absorbente para retirar el exceso de grasa ¡y a comer!
Como veis, se trata de una receta muy sencilla que podemos preparar en muy poco tiempo y que se convertirá en uno de esos platos originales que siempre gustan tanto a la familia y los amigos.
Para emplatarlas, las podéis acompañar de un poco de mayonesa casera, que le dará un toque ligero perfecto.
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Consejo del día
Para emplatar la crema podemos usar un plato hondo y decorar nuestra crema con unos picatostes de pan, un poco de huevo cocido rallado o unos trocitos de jamón serrano.
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