Esta deliciosa receta de paté de marisco es un aperitivo maravilloso para cualquier cena o comida. Generalmente se sirve frío, en un bol y acompañado de tostaditas de pan, aunque también puede presentarse como relleno de pequeños volovanes, a modo de canapé, o untado en una rebanada de pan.
Resulta delicioso en cualquier época del año y es perfecto, por ejemplo, como entrante para las cenas de Navidad, pero en verano se disfruta mucho más ya que es una receta muy fresca y que debe servirse bien fría. ¡Empecemos!
Si hacemos esta receta en verano, debemos tener mucho cuidado con el huevo crudo que lleva la salsa rosa, ya que puede jugarnos una mala pasada si no lo mantenemos bien refrigerado. Mi consejo es que lo mantengáis en la nevera justo hasta que lo vayáis a comer y que, en cuanto acabéis, lo volváis a guardar rápidamente.
Ingredientes
Para empezar debemos cocer uno de los dos huevos. Se pone agua en una olla, se meten los huevos dentro, se tapan y se ponen a fuego fuerte. Cuando el agua empiece a hervir, se destapan y se dejan al mismo fuego durante diez minutos para que la yema se cocine completamente.
Pasados diez minutos se retira la olla del fuego, se vacía el agua y se vuelve a llenar de agua fría con los huevos dentro para que no estén calientes y no corten la salsa rosa. Reservamos estos huevos durante el resto de la preparación para que dé tiempo a que enfríen.
Seguidamente, debemos hacer la salsa rosa. En un vaso de batidora pondremos el otro huevo crudo y recién sacado de la nevera, una pizca de sal y un buen chorro de aceite de oliva suave. Colocamos la batidora dentro del vaso y, a baja velocidad, empezamos a montar el huevo con el aceite. Una vez se haya formado una masa más o menos consistente, empezamos a añadir, poco a poco, más aceite de oliva hasta lograr el espesor que buscamos.
Tened en cuenta que, para preparar la salsa rosa, necesitaremos una mayonesa consistente y muy espesa, ya que luego quedará mucho más líquida cuando añadamos el resto de ingredientes como el ketchup o la mostaza.
Una vez que hayamos logrado la textura perfecta para nuestra mayonesa, añadiremos el resto de ingredientes que conformarán nuestra salsa rosa: el zumo de limón, un buen chorro de kétchup, dos cucharadas de mostaza y, si queréis un toque picante, un poquito de tabasco.
A partir de aquí seguiremos preparando la receta en el vaso donde hemos hecho la salsa rosa. Añadiremos en el vaso la lata de atún, a la que previamente le habremos escurrido el aceite, la lata de mejillones en escabeche con un poco de su salsa y los palitos de cangrejo troceados. También pelaremos el huevo cocido que ya estará frío y lo añadiremos al vaso.
Con la batidora a velocidad media/alta empezamos a triturar hasta que la mezcla sea uniforme y fina y no queden trozos de los ingredientes.
Se vierte la mezcla en un bol, se cubre con un papel film y se reserva en la nevera durante, por lo menos, media hora. Para servirlo se pone el bol en un plato más grande y se acompaña de tostaditas pequeñas de pan para que cada comensal se sirva él mismo. ¡Y listo!
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Consejo del día
Si os gusta la mermelada sin trozos, lo que debéis hacer una vez termine de cocinarse, es pasarla por la batidora para triturar la fresa. Si os gusta con trozos no tenéis más que dejarla así.
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