Aunque por otras entradas en el blog ya conoceréis varias recetas muy ricas de croquetas, hoy os queremos enseñar a hacer croquetas caseras en cinco minutos.
Para esos días en los que en los que no nos viene la inspiración o no sabemos qué hacer con la comida que sobró del día anterior llegan estas croquetas; las podéis hacer de cualquier ingrediente, como veréis a continuación y no necesitaréis manchar más que una sartén para prepararlas.
Ingredientes para 4 Personas
Lo básico para hacer estas croquetas en 5 minutos es hacer la bechamel. En una sartén, derretimos a fuego medio los 125 g de mantequilla. Ahí mismo, añadimos las dos cucharadas de maizena y las dos de harina de trigo.
Poco a poco, vamos añadiendo leche a la sartén y ligando la bechamel. En este momento añadimos también la sal, la pimienta molida y la nuez moscada. No debemos pasarnos echando mucha leche, ya que necesitamos que la masa de las croquetas sea espesa y consistente.
Cuando tengamos lista la bechamel lo único que nos quedará será decidir qué ingrediente queremos que le dé sabor. Picamos bien el ingrediente que hayamos decidido (atún, pollo, jamón, queso...) y lo incorporamos a la sartén.
Removemos bien y reservamos la mezcla en un plato. Tapamos con un papel film y la dejamos media hora en el congelador.
Cuando la masa esté fría, le damos la forma que más nos guste y la pasamos por harina, huevo y pan rallado, en ese orden.
Ponemos abundante aceite a fuego fuerte en una sartén y, cuando esté bien bien caliente, freímos ahí las croquetas.
Cuando estén listas, las ponemos encima de un papel absorbente y tendremos preparadas nuestras croquetas más sencillas en un tiempo récord. ¡Espectaculares!
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Consejo del día
Hay que tener presente que la pasta al horno siempre cuenta con dos cocciones: una primera en una olla con agua y una segunda en el horno. Por este motivo, es muy importante que nos acostumbremos a sacar la pasta de la primera cocción directamente de la olla a un bol con agua fría, ya que así cortaremos la cocción de golpe.
Asimismo, de esta forma impediremos que el calor residual (que se ha quedado dentro de nuestras láminas de pasta) siga cocinando la pasta después de haberla sacado del fuego. Eso, junto con una primera cocción muy corta nos ayudará a que, a pesar de que le demos una segunda cocción a la pasta en el horno, esta quede siempre al dente.
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