La pizza es uno de los platos más ricos y típicos de la cocina italiana. Se calcula que su origen se remonta al siglo XVII y, desde entonces, lleva alimentando estómagos y siendo la comida preferida de muchos niños y mayores.
Con su base de harina y levadura y sus infinitas combinaciones de ingredientes, hoy os presentamos un tipo de pizza que, sin duda, triunfará entre vuestros amigos y familia: la pizza vegetal.
Ingredientes para 4 Personas
Lo primero que tenemos que hacer para empezar nuestra pizza es tener preparada una masa de pizza de aproximadamente 300 gramos. Para este paso tenemos dos opciones: comprar la masa de pizza fresca o congelada en el supermercado, o hacerla nosotros mismos siguiendo los pasos para hacer masa de pizza casera como os explicamos en este otro post.
Una vez tengamos preparada y extendida nuestra masa, debemos ponerla en una placa de horno, siempre encima de un papel especial para no manchar demasiado y no tener que limpiar después. Precalentamos el horno a 180º mientras hacemos el siguiente paso.
Con la ayuda de una cuchara, extendemos un poco de tomate triturado por encima de la masa hasta que quede una capa uniforme, procurando dejar los bordes sin manchar. A continuación, echamos un chorrito de aceite de oliva virgen y espolvoreamos una pizca de orégano.
Cuando acabemos, el horno ya estará listo para que metamos nuestra pizza. Es importante hornear la masa con el tomate para que se fijen los ingredientes; con tres minutos será suficiente.
Para seguir, tenemos que preparar el resto de los ingredientes. Primero, debemos pelar y picar la patata, en cuadraditos pequeños. Para que no quede muy cruda, podemos darle un toque en la freidora antes de ponerla sobre la pizza.
Cortamos los pimientos y la cebolla en tiras, la berenjena con el corte que más nos guste y el calabacín en cuadrados, igual que la patata.
Cortamos la mozzarella encima del tomate y la masa y comenzamos a colocar el resto de los ingredientes por encima, de la forma que prefiramos.
Finalmente, añadimos un poco de sal, espolvoreamos un poco de queso rallado encima de las verduras y metemos la pizza en el horno a 200º durante 10-15 minutos (dependerá, como siempre, de nuestro horno).
Como consejillo final, cuando la pizza esté lista, debéis sacarla del horno y ponerla sobre una rejilla o una superficie con agujeros; así soltará la humedad que tiene y la masa estará más crujiente.
También podéis coronar la pizza con un chorrito de aceite de oliva o con un poco de pimienta negra. ¡Y a comer!
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Consejo del día
Para emplatar la crema podemos usar un plato hondo y decorar nuestra crema con unos picatostes de pan, un poco de huevo cocido rallado o unos trocitos de jamón serrano.
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